Santa Isabel 7 XARXA "B" 1

Muchas veces ha hablado Joan sobre el como afectan a un resultado los pequeños detalles al resultado del partido. No perdimos 7-1 por pequeños detalles. Pero si que hacen que la cuesta arriba se va mucho más pronunciada de lo que realmente es. Hay una causa principal que nos lleva a la posición que estamos ocupando. Yo diria que nuestro equipo es un niño (adolescente si queréis) en un mundo de adultos. Y es un “niño” que se viene pronto abajo ante los problemas porque cree que le viene grande. O es un niño que agacha la cabeza cuando empiezan a “zarandearlo” y procura encajar los golpes de la mejor manera posible, en vez de intentar rebelarse y plantar cara (que nadie lo malinterprete por una apología del maltrato al menor).

Ese es nuestro día a día. Salimos tensos, sin confianza, temerosos, y excesivamente preocupados. Y cuando se tuerce mínimamente…nos venimos abajo. Evidentemente, no perdemos sólo por un problema de moral, sino por problemas futbolísticos. Pero problemas que se ven agravados por el estado moral del equipo.

Seguimos siendo muy inocentes en la cantidad de facilidades que damos al rival para meternos un gol. Pese a ser el 2º clasificado, la mayoría de los goles vienen de errores nuestros al iniciar la jugada. Y si le das eso a un rival que no necesita muchas ocasiones para meter gol… nos da un resultado abultado como el del sábado.

No se empezó del todo mal. Con una defensa atrasada, pero más entonada que de costumbre. Pero todo se acabó con nuestros primeros regalos del día (hubieron bastantes). Y eso que Isra estuvo acertadísimo y nos salvo de encajar bastante más goles. Pero con los primeros goles ya agachamos la cabeza. Y faltaban más de 40 minutos de partido.

En fin, una traba más para seguir creyendo. Pero no es una traba insalvable. Sólo es un poco más difícil. Pero no imposible.

Supongo que falta un puñetazo en la mesa, y decidirse a ganarse el respeto en la pista.

¿Quién quiere ser el primero? Sea quien sea, que cuente conmigo.